La fotomecánica y el fotolito pertenecen a la época química de la preimpresión, en la que para grabar las planchas que son montadas en la impresora offset, era necesario un proceso fotográfico, que producía negativos de alto contraste.
En el proceso “fotomecánico” se hacía necesario la elaboración de unos juegos de películas, equivalente a cada color a ser impreso (Cian, Magenta, Yellow and Blak). A cada película también se le llamaba fotolito.
Posteriormente las películas eran montadas por cada color (CMYK), en un astralón al formato final de impresión, que a su vez se usaba para grabar las planchas que van al proceso de impresión.
El fotolito es un paso intermedio entre el proceso de fotografía de reproducción (escáner) y el grabado de planchas (computer to plate). Los montajes se traspasan a una plancha fotosensible en un proceso que se llamaba “copiado de planchas”.
La “insoladora” que proyecta una luz UV que pasa por las zonas transparentes de la película y afecta a la plancha fotosensible. La emulsión no afectada por la luz es retirada y la plancha se prepara (pines de cada máquina) para el montaje en la impresora.
Los elementos sensibles a la luz utilizados en este proceso son: Haluro de Plata y Sales de Plata microscópica, obtenida de la misma plata aprovechando su propiedad de ennegrecimiento al contacto con la luz.
Todo este proceso de producir películas (fotolitos) a partir de técnicas químicas de fotografía que llamamos “fotomecánica” o técnica de elaboración de negativos y positivos.
Actualmente todo el proceso fotomecánico en las artes gráficas ha sido reemplazado por procesos de preimpresión 100% digitales, sistemas en el que los archivos pasan del computador directamente a las planchas.
Este sistema actual, reduce costos y tiempos, además genera amplias ventajas en la calidad en el registro, ganancia de punto, el uso de diferentes tipos de tramas, prevención de daños por polvo o rayaduras (que sufrían las películas), etc.
Aunque las preprensas digitales se han generalizado, los procesos de fotomecánica siguen siendo utilizados ampliamente por pequeños talleres gráficos para impresión en técnicas como serigrafía, offset, flexografía, etc.
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