Muchas veces el trato con el cliente puede convertirse en un mal sueño por no calificarla como una pesadilla, pero tratar con el cliente es parte del trabajo, entonces es necesario saber que rol utilizar frente a determinados “clientes” porque para un diseñador el placer de dar vida a una idea se puede convertir en sufrimiento constante porque siempre están cambiando al cliente.
Para los diseñadores y diseñadoras ¿existe el cliente perfecto? o más bien ¿existe el cliente problemático? Y después de mucho revisar surge la siguiente pregunta ¿El cliente perfecto existe realmente?.
Creemos importante aclarar que no todos los clientes se pueden clasificar, ya que se trata también de procesos donde se va construyendo una relación, así como hoy vamos a clasificar a los clientes de los diseñadores mañana podemos clasificar a los diseñadores.
El Cliente que se fuga con la idea
Existen clientes “astutos” y tienen la maña de andar por la vida engañando a todo el que se les cruza por el camino (no tan solo a los diseñadores), se puede comparar con la novia o el novio que deja todo, horas antes del matrimonio, típico novio fugitivo que deja el contrato o el acuerdo a la mitad del camino, en el primer acto captan los conceptos gráficos, el lenguaje gráfico para que en el segundo acto se los robe sin remuneración alguna, la excusa es casi un clise o molde «Hey, he cambiado de opinión … ya no necesito un diseño».
Nunca vamos a poder clasificar a todos los clientes, porque podemos asegurar que lo más interesante de ser diseñador es un que se trabaja para todos y desde la toma de conciencia de este punto es que se inicia un proceso multi-disciplinario.
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