Existen en el diseño elementos esenciales cuyas características, tipos y posibilidades expresivas se pueden aprovechar para crear imágenes, comunicar ideas y provocar emociones. Estos elementos básicos son: el punto, la línea, el plano, el contorno, la textura y el color, en este articulo nos centraremos en los dos primeros, su importancia y función dentro de la composición.
El lenguaje visual al igual que el lenguaje verbal, puede descomponerse en unidades mínimas dotadas de significado. El conocimiento apropiado de estas unidades sirve para planear un mejor concepto de diseño y/o hacer un análisis detallado de una composición determinada.
El Punto
El punto es el elemento gráfico básico y conforma la unidad mínima de la comunicación visual. Se lo define desde antiguo en la geometría de los griegos como aquello que no tiene partes ni dimensiones, es decir, no tiene longitud, ancho ni profundidad y a partir de él podemos construir el resto de los elementos como la línea, el plano y las formas.
Las principales características del punto son:
1. Cuando se encuentra solo en el plano tiene un gran poder de atracción.
2. Si se añade otro punto en el mismo plano, produce una sensación de tensión.
3. Da lugar a la conformación de otros conceptos como el color, cuando aparecen varios puntos en el mismo campo visual.
Valor expresivo del punto
El punto tiene un valor expresivo según su posición, forma, tamaño, color y relación con otros puntos. Estos factores influyen en la percepción y la interpretación que hacemos de él y de las imágenes que forman. Por ejemplo, un punto puede sugerir:
Atracción: Cuando se encuentra solo en el plano tiene un gran poder de atracción, se convierte en el centro de gravedad de la mirada. Un punto solitario y muy pequeño nos recuerda cuando miramos estrellas y cuesta trabajo mantener la mirada fija. Aunque el ojo va hacia él, es difícil mantenerlo fijo, el punto tiende a zigzaguear.
Tensión: Si se añade otro punto en el mismo plano, produce una sensación de tensión.
Orden: Cuando los puntos están distribuidos de forma regular y simétrica, crean una sensación de orden, armonía y equilibrio. Por ejemplo, los puntos que forman una retícula.
Desorden: si los puntos están distribuidos de forma irregular y asimétrica, crean una sensación de desorden, caos y tensión.
Concentración: Cuando los puntos están agrupados o cercanos entre sí, crean una sensación de concentración, densidad y fuerza. Por ejemplo, los puntos que forman una galaxia o nebulosa.
Dispersión: Cuando están separados o alejados entre sí, crean una sensación de dispersión, ligereza y vacío.
Textura: si los puntos tienen una forma, un tamaño, o un color diferente, crean una sensación de textura, variedad y riqueza. Por ejemplo, los puntos que forman una piel o una tela.
Profundidad: Cuando tienen diferentes tamaños, una perspectiva, una sombra o un brillo, crean una sensación de profundidad, volumen y tridimensionalidad.
Generación de imágenes con el punto
El punto puede generar imágenes por acumulación, superposición o variación de tamaño y color. Estos métodos permiten crear efectos de volumen, textura y profundidad. El punto se usa en técnicas como el mosaico, el puntillismo, la impresión offset y las imágenes digitales.
Acumulación: Consiste en agrupar o dispersar los puntos para crear formas, contrastes y volúmenes. El puntillismo es una técnica que consiste en aplicar pequeños puntos para crear imágenes. El mosaico es otra técnica que consiste en colocar pequeñas piezas de diferentes colores (llamadas teselas) para formar imágenes. Se usa desde la antigüedad para decorar paredes, suelos y techos.
Imágenes creadas usando puntos. El tamaño, el color, la cantidad y distribución de los puntos crean obras de gran detalle y profundidad.
Superposición: Consiste en colocar unos puntos sobre otros para crear transparencias, mezclas y degradados. Por ejemplo, la impresión offset es una técnica que consiste en combinar tramas de puntos de diferentes colores en angulaciones específicas para generar una imagen de alta calidad.
Variación: Consiste en modificar el tamaño, el color o la forma de los puntos para crear ilusiones, movimientos y perspectivas.
La línea
Sirve para conectar dos puntos en el espacio. Podemos definirla como la unión o aproximación de varios puntos, como una sucesión de puntos. Puede definirse también como un punto en movimiento o como la historia del movimiento de un punto, por lo cual tiene una enorme energía, nunca es estática y es el elemento visual básico del boceto. Casi siempre genera dinamismo y define direccionalmente la composición en la que la insertemos. Su presencia crea tensión o división en el espacio donde la ubiquemos y afecta a los diferentes elementos que conviven con ella.
Es un elemento indispensable en el diseño, tiene en la gráfica la misma importancia que la letra en el texto. Sus principales elementos son: la posición y dirección con respecto al plano, su longitud, su grosor o espesor, su forma recta o curva, su color.
Tipos de líneas
La Línea tiene la facultad de transmitir sensaciones, ya sea por su forma o su disposición, estando solas o agrupadas: Veamos de qué se trata:
Rectas: se caracterizan por una cualidad expresiva de rigor formal. Las rectas nos remiten rápidamente al mundo de la geometría. Son constantemente usadas para simplificar formas que se quieren representar o expresar. Transmiten rigidez y robustez.
Rectas Horizontales: es la dirección básica que nos remite al suelo, a la tierra, al plano de sustentación de todo lo existente a simple vista. La dirección horizontal transmite la idea de reposo. Por ello la horizontal sirve para composiciones más bien estáticas.
Rectas Verticales: es más dinámica que la horizontal, pero en combinación con ella, da un resultado de gran estatismo: la composición ortogonal. Transmiten fuerza, orden, equilibrio, movimiento ascendente o descendente, elegancia, espiritualidad. Producen el fenómeno visual de alargar las cosas.
Oblicua: introduce dinamismo. El empleo de direcciones oblicuas en una composición da lugar al denominado “movimiento diagonal”, característico de la composición oriental. Otra cualidad es la capacidad de generar tridimensionalidad espacial, profundidad.
Quebradas: son las rectas que sufren dos presiones direccionales opuestas y se transforma así en un ángulo. Producen el efecto de incertidumbre, indecisión, irritación, una sensación similar a la rotura, a la fragmentación.
Curvas: estas líneas admiten diversas clases como “arco”, “onda”, “espiral”. Sugieren movimiento, vitalidad, suavidad, delicadeza. Nos remiten a lo orgánico.
Mixtas: surgen como resultado del trazo de líneas curvas y rectas consecutivas. Son de una fuerte actividad expresiva, de ritmo desenvuelto y vivaz. Son típicas de la caligrafía y las letras manuscritas.
Onduladas: son el resultado del trazo consecutivo de curvas. Sugieren equilibrio, ritmo simple y acabado, evocan al movimiento y la danza.
Homogénea: es la que se presenta con igual grosor en todo su recorrido.
Modulada: es aquella que sufre engrosamientos y adelgazamientos paulatinos; expresa mayor fuerza y robustez. Las modulaciones confieren siempre una sensación de elasticidad y movimiento más elegante y variado que el de la línea homogénea.
Vibrada: es aquella que se modula de acuerdo al sentimiento y la emoción del artista; es una línea sentida, nerviosa, que expresa fuerza y dinamismo: La vemos en la naturaleza delineando ríos y montañas, también en elementos rotos, fracturados.
Valor expresivo de la línea
La línea tiene un valor expresivo según su forma, tamaño, color, textura, dirección, posición y relación con otras líneas. Estos factores influyen en la percepción y la interpretación que hacemos de las líneas y de las imágenes que forman. Por ejemplo, una línea puede sugerir:
Rigidez: Cuando las líneas son rectas, duras, gruesas o negras, crean una sensación de rigidez, dureza, firmeza o severidad. Por ejemplo, las líneas que forman un cuadrado o una cruz.
Movimiento: Cuando las líneas son curvas, suaves, finas o de colores claros, crean una sensación de movimiento, fluidez, flexibilidad o delicadeza. Por ejemplo, las líneas que forman una onda o una espiral.
Dinamismo: Cuando las líneas son oblicuas, diagonales, quebradas o de colores vivos, crean una sensación de acción, energía o vitalidad. Por ejemplo, las líneas que forman un rayo o una flecha.
Rigidez, movimiento, dinamismo.
Reposo: Cuando las líneas son horizontales, paralelas, continuas o de colores fríos, crean una sensación de reposo, calma, estabilidad o tranquilidad. Por ejemplo, las líneas que forman un horizonte en la tierra o el mar en calma.
Estabilidad: Cuando las líneas son verticales, perpendiculares, regulares o de colores neutros, crean una sensación de estabilidad, equilibrio, solidez o seguridad. Por ejemplo, las líneas que forman un edificio o una columna.
Reposo, estabilidad.
Generación de imágenes con la línea
La línea puede delimitar formas, expresar emociones, crear volumen y profundidad. La línea se usa en técnicas como el grabado, la pintura y el dibujo.
Delimitación de formas: Consiste en usar la línea para definir el contorno, el borde o el límite de una forma. La línea puede crear formas geométricas u orgánicas, simples o complejas, abiertas o cerradas. La línea puede crear contrastes, ritmos y armonías entre las formas. Por ejemplo, el grabado es una técnica que consiste en tallar una imagen sobre una superficie dura (como metal, madera o piedra) y luego imprimirla sobre un papel. El grabado se usa desde la antigüedad para ilustrar libros, mapas y documentos.
Expresión de emociones: Consiste en usar la línea para transmitir sentimientos, estados de ánimo o actitudes. La línea puede crear expresiones faciales, gestos corporales o símbolos. Las líneas gruesas de colores oscuros pueden crear emociones como, tristeza, ira, miedo, etc.
Creación de volumen y profundidad: Consiste en usar la línea para crear la ilusión de tridimensionalidad, perspectiva o espacio. La línea puede crear formas con relieve, sombra o luz. La línea puede crear efectos de distancia, cercanía o movimiento.
Delimitación, emoción, volumen y profundidad en las obras de Leonardo da Vinci, Edvard Munch y Omar Rayo.
Tanto el punto como la línea constituyen dos de los elementos esenciales desde los que parte cualquier diseño, su correcto conocimiento y análisis permitirán la elaboración de un concepto gráfico consecuente con la dirección del proyecto.
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