Se conmemoran cuatro décadas de la muerte del «Rey Lagarto», el cementerio parisino de Pere-Lachaise este 3 de julio recibió a cientos de peregrinos que repletaron sus dependencias y también los bares del Boulevard Ménilmontant, donde se ubica el camposanto.
El cuerpo de Jim Morrison desde 1971 está enterrado allí, el poeta del rock e ícono de la generación joven de los años ’60. Estadounidense, vocalista del grupo de rock «The doors» y apodado «rey lagarto». Jim Morrison, de nombre completo James Douglas Morrison, nació en una familia itinerante debido a que su padre era militar estadounidense, por lo que vivió su infancia en diferentes veces militares.
Durante su infancia fue criado por su madre, ya que el padre se ausentaba durante largos periodos y sobresalía en él la pasión por la lectura. En 1962 Jim Morrison se trasladó a Los Ángeles para estudiar cine en la Universidad de California y graduándose al tiempo, aunque nunca fue a retirar el título. Decidido a ser poeta, comenzó a escribir al tiempo que conoció las drogas psicodélicas. En 1965 tuvo un encuentro casual con Ray Manzarek, un ex compañero en la universidad y músico, y le propuso musicalizar algunas de sus poesías. Junto con los músicos Robby Kriege y John Densmore formaron «The Doors», siendo Jim Morrison el vocalista y líder de la banda.
Comenzaron a tocar en distintos bares y el consumo de alcohol y diversas drogas empezaron hechos cotidianos. En 1967 salió a la venta «The Doors», el primer álbum de la banda con un éxito arrollador, sobresaliendo el tema «Light My Fire». La actitud provocadora y desenfrenada de Jim Morrison hizo que sus conciertos estuvieran prohibidos en muchos lugares, afrontando en 1969 algunos cargos y trasladándose a París (Francia) por un tiempo. Morrison fue encontrado muerto en la bañera de su departamento en el Barrio del Marais en París a los 27 años (circunstancias hasta hoy no esclarecidas).
«Jim Morrison no sólo fue un cantante de rock, sino también un poeta beat que plasmó los problemas de su tiempo en forma de verso. Sin embargo, sus libros de poesía han sido poco difundidos y en ocasiones mal traducidos», señala José Vicente Anaya ensayista, poeta y traductor de dos libros del Rey Lagarto.
Artículo recomendado: Ser creativo es mucho más