Nacida en Coyoacán, Ciudad de México en 1907; comenzó a pintar a los 18 años después de un terrible accidente que la dejó convaleciente. En 1922 conoció al muralista Diego Rivera, quien la animó a desarrollar su propio estilo distintivo y a expresarse a través de su arte de manera auténtica.
“Me pinto a mi misma porque estoy con frecuencia muy sola,
y porque soy el motivo que mejor conozco”.
Creció en un entorno con raíces en la cultura mexicana, la fotografía y la lucha política. Su padre, Guillermo Kahlo, era un fotógrafo de ascendencia alemana muy interesado en la política. La casa de la familia era un lugar de encuentro para personas de ideas progresistas y políticamente comprometidas, lo que influyó en la perspectiva de Frida sobre temas sociales y políticos desde una edad temprana.
Sin embargo, su infancia no estuvo exenta de dificultades. A los seis años, contrajo poliomielitis, lo que le dejó una secuela en su pierna derecha. La limitación motriz de la pequeña Frida y sus frecuentes tratamientos médicos la apartaron de la participación con otros niños durante su infancia.
Varios de sus cuadros adultos reflejan la soledad que experimentó en esos años. Por ejemplo, “Cuatro habitantes de Ciudad de México” (1938) muestra a una niña solitaria y triste.
En 1922, Frida Kahlo ingresó a la Escuela Nacional Preparatoria de Ciudad de México, donde fue una de las pocas mujeres aceptadas entre una gran cantidad de estudiantes varones. Allí, se unió a un grupo llamado Los Cachuchas, que estaba compuesto principalmente por hombres rebeldes y críticos de la autoridad. Este grupo se caracterizaba por su activismo político y su afición por gastar bromas en la escuela. Kahlo plasmó sus experiencias con este grupo en un óleo de 1927 titulado “Los Cachuchas” o “Si Adelita…”
Durante un período en 1925, Frida trabajó con Fernando Fernández Domínguez, un amigo de su padre. Durante estas sesiones, Fernández Domínguez le impartió lecciones de dibujo, donde Kahlo mostró cierta habilidad. Fue ese mimo año, cuando sucedió el accidente que marcaría el resto de su vida y la llevaría a dedicarse de lleno en la pintura.
El accidente
El 17 de septiembre de 1925, mientras viajaba en un autobús, este chocó violentamente con un tranvía en la Ciudad de México. Como resultado del accidente, Kahlo sufrió múltiples fracturas en la columna vertebral, la pelvis, las costillas y la pierna derecha. Este incidente marcó el comienzo de años de dolor físico y problemas de salud para Kahlo, así como también desencadenó su dedicación a la pintura. Durante su recuperación, que incluyó largos períodos de reposo en cama y numerosas cirugías, Frida encontró consuelo y expresión a través del arte.
Varias de las pinturas de Frida Kahlo hacen referencia a su accidente y las secuelas físicas y emocionales que experimentó a raíz de él. Algunas de las obras más conocidas que abordan este tema son:
- “La columna rota” (1944): Esta pintura muestra una Frida estoica, con lágrimas en sus ojos. Una columna jónica rota simboliza el dolor y la lesión que Frida sufrió resultado del accidente.
- “El autobús” (1929): En esta obra, Frida representa la calma previa al accidente de autobús que cambió su vida.
- “El accidente” (1926): el dibujo muestra un tranvía volcado y personas heridas en el suelo. Frida aparece representada tendida en una camilla cubierta de vendajes.
- “Exvoto retocado” (1940): Los exvotos son pinturas votivas o votos ofrecidos en petición o agradecimiento religioso por favores recibidos. Frida intervino un retablo de una mujer que también sufrió un accidente en un camión y agradecía a Dios por haber sobrevivido.
Frida y Diego
Frida Kahlo y Diego Rivera se encontraron por primera vez en 1922 mientras él trabajaba en el mural “La Creación” en la Escuela Nacional Preparatoria, donde ella estudiaba. En ese momento Frida tenía 15 años y Diego 36.
No fue hasta 1928 cuando Frida y Diego realmente entablaron una relación cercana, todo gracias a Tina Modotti, una amiga en común y fotógrafa italiana que había llegado a México en 1923.
El encuentro con Diego tuvo profundas consecuencias en la vida de Frida. Su relación, que eventualmente se convirtió en matrimonio, divorcio y un segundo matrimonio, fue una parte fundamental de su vida personal y artística. Ambos anhelaron ser padres, pero su deseo se vio frustrado en varias ocasiones. Frida sufrió tres embarazos fallidos, uno de ellos particularmente doloroso que plasmó en su obra “Hospital Henry Ford”. Las secuelas del accidente que sufrió Frida en su juventud y sus problemas de salud dificultaban la posibilidad de un embarazo viable. A pesar de los intentos y el dolor que estos eventos trajeron a la pareja, nunca lograron tener un hijo biológico.
Diego Rivera fue una figura omnipresente en la vida de Frida Kahlo, tanto personal como artísticamente. Su influencia fue profunda y marcó un antes y un después en su camino en diferentes aspectos:
- Influencia artística mutua: Frida y Diego tuvieron una influencia significativa el uno en el otro en términos de arte. Aunque ya era una artista activa antes de conocer a Diego, su estilo artístico y temáticas evolucionaron a raíz de su relación con él. Frida adoptó elementos del muralismo mexicano, el estilo característico de Diego, en su propio trabajo, y él la alentó a seguir pintando.
- Vida personal tumultuosa: Su relación fue extremadamente tumultuosa y marcada por conflictos y pasiones intensas. Diego tuvo múltiples asuntos extramatrimoniales, lo que causó un gran dolor emocional a Frida. A su vez, Frida también tuvo sus propias relaciones extramatrimoniales tanto con hombres como con mujeres.
- Identidad artística única: Aunque Frida se encontraba a la sombra de Diego durante gran parte de su carrera, eventualmente emergió como una artista reconocida por derecho propio.
La artista
En 1938 Frida viaja a Nueva York para organizar una exposición en la galería de arte del fotógrafo Julien Levy. El evento resultó un éxito, la mitad de los cuadros fueron vendidos y recibió encargos para nuevos trabajos. La exposición en la galería de Levy fue un hito en la carrera de Frida. La crítica elogió su trabajo y la comparó con artistas europeos como Pablo Picasso. André Bretón llegó a asociarla con el surrealismo, etiqueta que no llegó a aceptar completamente.
Creían que yo era surrealista, pero no lo era. Nunca pinté mis sueños. Pinté mi propia realidad
Gracias a la promoción de Levy, Frida se dio a conocer en el mundo del arte estadounidense y europeo. Su trabajo comenzó a ser apreciado por su originalidad y fuerza expresiva.
En 1939 viajo sola a París para una exposición de su obra, patrocinada por André Breton. Pero cuando llegó a la ciudad se encontró con que el lugar no estaba adecuado para la magnitud de su exposición y con la ayuda del pintor Marcel Duchamp la galería Renou et Colle aceptó hacer el montaje de su exposición. Frida se disgustó mucho con los parisinos y en especial con Europa, después de conocer a varios de los amigos surrealistas de Breton. Por lo que decidió cancelar su exposición en la galería Guggenheim de Londres.
A pasar del bajo éxito en París, tuvo críticas favorables y su obra “Autorretrato – El Marco” fue la primera obra de un pintor mexicano que adquirió en Museo del Louvre.
Su reputación alcanzó el punto más alto después de la Exposición Internacional del Surrealismo del 17 de enero de 1940. La contribución de Frida para la exposición fue “Las dos Fridas”.
En diciembre de 1939 tras su divorcio, Diego le volvió a pedir matrimonio a Frida. Ella acepta con 3 condiciones:
1.- Ella se mantendría financieramente independiente con la venta de sus cuadros.
2.- Ella pagaría la mitad de los gastos de la casa.
3.- No mantendrían relaciones sexuales.
El acepta de inmediato puesto que la extrañaba demasiado. Se casaron de nuevo el 8 de diciembre de 1940, día del cumpleaños de Diego. Durante su segundo matrimonio su vida fue menos complicada y más rutinaria y su nueva tranquilidad se reflejó en sus cuadros. Poco después de casarse Frida volvió a México.
En Abril de 1941 Guillermo Kahlo padre de Frida muere, y la pareja vuelve a Coyoacán para vivir en la “Casa Azul”. En ese mismo año debido a la oposición de Stalin a Hitler, Frida expreso nuevamente su simpatía por el comunismo.
En 1942, Frida fue elegida miembro del Seminario de Cultura Mexicana, el cual estaba bajo la dirección del Ministerio de Educación Publica. La misión de esta institución, formada por veinticinco artistas e intelectuales era promover la cultura mexicana.
El mismo año, el antiguo “Colegio de Escultura” se convirtió en la “Escuela de Pintura y Escultura” escuela conocida como “La Esmeralda” apodo de sus estudiantes ya que se hallaba situada en la calle del mismo nombre. En 1943 Frida fue nombrada parte del personal docente de esta escuela, donde daría clases de pintura (doce lecciones por semana). Frida animó a los jóvenes estudiantes a buscar sus modelos e inspiración en la vida diaria de la cultura mexicana, así como en el folklore del país y a no seguir los modelos europeos tradicionales. Después de unos pocos meses su estado de salud se deterioro y comenzó a enseñar desde la casa, tenía que llevar un “corsé” de acero y este se volvió el motivo de su cuadro “La Columna Rota”.
En septiembre de 1947 Frida ganó el “premio Nacional para el arte y la ciencia” con su pintura “Moisés”. Aunque todavía se estaba recuperando de los dolores de una fallida cirugía de la columna de ese mismo año, la artista hizo aparición en la premiación y aceptó argullosa el premio.
En 1948 se volvió a unir al partido comunista de México debido a su fe por la revolución y las mejoras sociales. A finales de la década su salud empeoró notablemente y en 1950 pasó 9 meses en el hospital ABC de la ciudad de México, donde se sometió a varias operaciones en la columna. Como resultado de su enfermedad Frida pasaba la mayor parte del tiempo en cama.
En 1951 el estilo de Frida cambió. Su dependencia por los analgésicos hicieron que perdiera poco a poco la coordinación, y sus cuadros perdieron su precisión en la técnica y los detalles.
Su última aparición en público fue el 2 de julio de 1954 cuando participo en una protesta por el derrocamiento del presidente de Guatemala Jacobo Arbenz Guzmán (golpe de estado provocado por la CIA).
Gravemente enferma de una pulmonía Frida Kahlo falleció entre la noche del 13 de julio de 1954, siete días después de su cumpleaños. Su ataúd se coloco en el vestíbulo de entrada del Palacio de Bellas Artes, velado por una guardia de honor. Rivera dio permiso para envolver el ataúd con una bandera roja estampada con la hoz y el martillo.
Este acto causó mucha controversia, y el antiguo compañero de colegio de Frida, ahora director del Instituto Nacional de Bellas Artes Andrés Duarte, se vio obligado a dimitir de su posición.
La guardia de honor se mantuvo un día y una noche. En la tarde del 14 de Julio, más de 600 personas habían pasado por el Palacio de Bellas Artes para presentar sus últimos respetos. El ataúd se llevo por las calles hasta el crematorio, seguido por una procesión de 500 personas. Allí, después de una ultima ceremonia de despedida, Frida fue incinerada de acuerdo con su deseo expresado antes de morir. Su último escrito en su diario fue:
Espero alegre la salida
y espero no volver jamás
Sus cenizas se hallan hoy en un jarrón pre-colombino en la casa que Frida compartió con Rivera.
Un año después de su muerte, Rivera cedió la casa al gobierno mexicano para convertirla en un museo. Diego Rivera murió en 1957 y a su muerte cedió todos los derechos de su obra así como los de Frida Kahlo a la nación de México.
El 12 de Julio de 1958, la Casa Azul se abrió oficialmente como el “Museo Frida Kahlo”.
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