El futuro verde de la industria gráfica

La gestión ambiental es una oportunidad para hacer más eficiente la producción, disminuir los costos, los impactos sobre los trabajadores, la comunidad cercana y el ambiente en general.

Germán Bustos de Red Gráfica Latinoamérica conversó con el ingenieron Rainer Wagner que es un pionero en propuestas sobre gestión ambiental para la industria gráfica.


El calentamiento global, el agotamiento de los recursos naturales, la crisis energética o la merma en la biodiversidad ya no son tema únicamente de los expertos ambientalistas. Son asuntos políticos de primera línea y su importancia política radica en la forma en que afectan la economía, en especial la producción industrial. La industria gráfica no es ajena a las implicaciones de esta problemática, sus actividades contribuyen también a la generación de CO2 uno de los principales gases responsables del calentamiento global, además contribuye a la merma de los recursos naturales, es generadora de desechos peligrosos y es consumidora energía.

Para el ingeniero gráfico alemán Rainer Wagner que lleva dos décadas asesorando empresas del sector en América Latina, el reto de la producción sostenible es un tema que si bien hoy no es muy importante para el sector, en muy poco tiempo se convertirá en aspecto central de la gestión de las empresas gráficas.

Este experto compara con este proceso con el de normalización y estandarización de la producción en la industria gráfica, hace 20 años –afirma- nadie en la industria gráfica de América Latina estaba dispuesto a trabajar en el tema de estandarización, hoy si bien aun falta mucho para que el conjunto de la industria funcione bajo parámetros normalizados, la mayor parte de los actores del sector reconocen la importancia del tema y saben que para mantenerse en el mercado tarde o temprano van a tener que asumirlo; de igual manera –plantea Wagner- en un futuro cercano la industria gráfica será sometida a una enorme presión para hacer ambientalmente sostenible su producción.

No tan pronto como desearían los ambientalistas, pero definitivamente más rápido de lo que los empresarios esperan, las presiones normativas, legales, económicas y ciudadanas para una producción más limpia afectarán a la industria gráfica. En los Estados Unidos, cuyo gobierno se ha opuesto a firmar el tratado de Kyoto, el tema del calentamiento global se ha convertido recientemente en un aspecto central del debate pre-electoral, en la Unión Europea la normatividad ambiental es cada vez más exigente para la industria, allí suele ser necesario pagar bonos de CO2 para compensar el impacto ambiental que se da en la producción industrial. En todos los países, los políticos reaccionan cada vez más a la presión de la ciudadanía que se ha dado cuenta que las predicciones ambientalistas que se veían en los años 90 como infundadas cobran cada día más vigencia, en especial en lo referido al cambio climático.

El avance en este proceso es aun lento, por ahora lo que se encuentra es que algunos empresarios se esfuerzan por tomar medidas correctivas para cumplir con las normas mínimas, ellos parten de la idea que la autoridad ambiental se preocupa únicamente por lo que sale al final del tubo o chimenea y buscan mantenerse dentro de los parámetros exigidos.

En esta lógica reactiva, se limita la gestión ambiental empresarial en a trámite (y por tanto un costo adicional), que parte de conocer los criterios exigidos por cada autoridad ambiental local y termina en llenar formularios adecuadamente, pero la gestión ambiental va mucho más allá, es una oportunidad para hacer más eficiente la producción, disminuir los impactos (y por tanto los conflictos) sobre los trabajadores, la comunidad cercana y el ambiente en general.

Una adecuada gestión ambiental es una herramienta clave para la disminución de costos, muchos de los impactos de la industria gráfica tienen como causa el uso exagerado de insumos o su manejo irresponsable. Pero para poder entender dónde están los problemas ambientales y diseñar sus soluciones –insiste Wagner- es necesario estandarizar la producción.

Es así como se llega al centro del planteamiento del experto alemán: la cada vez mayor necesidad de gestión ambiental no tiene porque significar un aumento en los costos de producción de las empresas, al contrario, unida a procesos de aseguramiento de la calidad en con compromiso decidido de las empresas es una forma de hacerlas más rentables.

En las condiciones actuales ya es mucho lo que la industria gráfica puede hacer, por ejemplo la reducción de químicos en los procesos de producción o su sustitución por productos biodegradables o el uso de papeles provenientes de cultivos locales sostenible con certificados ambientales.

La recomendación no es limitarse a acciones aisladas en ciertos puntos del proceso productivo, la idea es implementar una política consistente de gestión ambiental, para ello el primer paso es la implementación de la norma de gestión de la calidad ISO 9000, que permitirá facilmente incorporar las normas internacionales de gestión ambiental de la norma ISO 14000.

Incluso la gestión ambiental trasciende el ámbito de la empresa y se convierte en una necesidad de la cadena productiva como un todo. Por ejemplo, hoy existen ya métodos estandarizados para calcular las emisiones de CO2 en un proceso de producción de piezas impresas, que incluyen las emisiones no solo del proceso gráfico, sino también las emisiones causadas en la producción de los insumos a partir de este cálculo es posible comprar certificados ambientales, los cuales financian procesos de investigación en el desarrollo de energías limpias.

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Reiner Wagner sabe que el tema ambiental en la industria gráfica latinoamericana aun esta lejos de estar de moda, pero es paciente y espera, sabe que en unos pocos años las empresas necesitarán con urgencia atender a los requerimientos que desde hoy les aconseja seguir.

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