JPEG, Almacenamiento versus Calidad

Este estándar, desarrollado por profesionales de la fotografía a nivel mundial, ha logrado consolidarse como el más versátil y fácil de transportar. En la actualidad, es el formato de mayor difusión. Sin embargo, estos beneficios vienen acompañados de una desventaja: la pérdida de calidad de la imagen original.

Con el objetivo de crear un estándar de compresión que redujera el espacio de almacenamiento necesario para las imágenes fijas, en 1986 se creó el Grupo Asociado de Expertos en Fotografía, conocido como Joint Photographic Experts Group (JPEG), bajo el auspicio de la ISO y la ITU (Sector de Estandarización de la Unión Internacional de Telecomunicaciones). En sus investigaciones, aprovecharon dos características del sistema visual humano: la mayor sensibilidad a los cambios de brillo en comparación con los cambios de color, y la tendencia a notar más fácilmente las variaciones en zonas uniformes que en áreas con mayor detalle. Esto permitió eliminar pequeñas transiciones de color y brillo en regiones de la imagen donde el ojo humano no percibiría fácilmente estas alteraciones.

El resultado fue un algoritmo de compresión con pérdida, lo que significa que, tras aplicarse sobre la imagen, genera una versión con menor cantidad de información que la original, reduciendo su tamaño de almacenamiento pero manteniendo una calidad visual notable.

Una de las grandes ventajas de este formato es su flexibilidad, ya que permite ajustar el grado de compresión. Se pueden aplicar factores superiores al 90 % sin que la diferencia sea perceptible a simple vista. No obstante, a mayor compresión, la calidad y el nivel de detalle de la imagen se reducen.

Estas características, sumadas a la expansión de Internet, convirtieron rápidamente al JPEG en el sistema de compresión más popular, permitiendo la carga ágil de fotografías e imágenes en páginas web sin comprometer los límites de espacio en los servidores. También facilitó el envío de imágenes adjuntas en correos electrónicos y la creación de documentos y presentaciones con imágenes fáciles de trasladar y compartir. En la actualidad, todas las cámaras digitales y escáneres pueden generar imágenes en este formato.

Sin embargo, los archivos comprimidos en JPEG sufren alteraciones significativas en su estructura. Por esta razón, su uso en la industria de la producción gráfica no es recomendable. La reproducción de imágenes impresas requiere archivos nítidos y completos, que permitan ampliaciones o reducciones sin pérdida de calidad y que garanticen una reproducción lo más fiel posible del color original.

Ejemplo de compresión al 15% y al 85% en formato JPEG:
Compresion_al_15_y_al_85_.jpg

Evolución del JPEG hasta la actualidad

Desde su creación, JPEG ha seguido evolucionando para adaptarse a las nuevas necesidades tecnológicas. A pesar de la aparición de formatos más modernos como JPEG 2000, JPEG XR y, más recientemente, AVIF y WebP, el formato original sigue siendo el más utilizado debido a su compatibilidad universal y facilidad de uso.

El formato JPEG 2000, desarrollado como su sucesor, ofrece mejor compresión y calidad, pero su adopción ha sido limitada por la falta de soporte en navegadores y dispositivos. De manera similar, JPEG XR, impulsado por Microsoft, tampoco logró reemplazar al estándar original.

Más recientemente, han surgido formatos como WebP y AVIF, que ofrecen mejor compresión sin pérdida de calidad visible, lo que los hace más eficientes para aplicaciones en la web y dispositivos móviles. Sin embargo, JPEG sigue siendo el formato dominante en fotografía digital, redes sociales y aplicaciones generales, debido a su compatibilidad con prácticamente todos los programas y plataformas.

En los últimos años, el Joint Photographic Experts Group ha desarrollado JPEG XL, un formato diseñado para ofrecer mejor calidad, menor tamaño de archivo y compatibilidad con imágenes JPEG sin pérdida de calidad al convertirlas. Aunque este formato tiene potencial para reemplazar a JPEG en el futuro, su adopción aún está en proceso.

Aquí una tabla comparativa* con las características clave de los formatos de imagen más relevantes en la actualidad:

FormatoCompresiónTransp.Calidad/ColorCompatibilidadVentajasDesventajas
JPEG/JPGCon pérdidaNo8 bits por canal (24 bits)UniversalAlta compatibilidad, tamaño ajustablePérdida de calidad, sin transparencia
JPEG 2000Con y sin pérdidaMayor rango dinámicoLimitadoMejor calidad que JPEGBaja adopción y soporte
WebPCon y sin pérdida8 bits por canalNavegadores modernosMejor compresión que JPEGNo soportado en software antiguo
AVIFCon y sin pérdidaHasta 12 bits por canal (HDR)En crecimientoExcelente calidad y compresiónProcesamiento más pesado
JPEG XLCon y sin pérdidaHasta 32 bits por canal (HDR)En adopciónCalidad superior, sin pérdida al convertir desde JPEGSoporte aún limitado

Aunque formatos como AVIF, WebP y JPEG XL ofrecen mejores niveles de compresión y calidad de imagen, JPEG sigue dominando debido a su compatibilidad universal. Sin embargo, con el tiempo, es probable que JPEG XL y AVIF se conviertan en los nuevos estándares, especialmente en entornos web y de almacenamiento eficiente.

En conclusión, han surgido alternativas más eficientes, el formato JPEG sigue siendo el estándar de facto para la fotografía digital y el almacenamiento de imágenes, gracias a su amplio soporte y facilidad de integración en múltiples plataformas.

Artículo actualizado en Febrero 2025

Recomendamos leer: ¿Qué es la teoría del Color RYB?

.