Las tintas como tema, siempre ha sido de importancia en la industria de la impresión y en general de ambientalistas y organizaciones preocupadas por el medio ambiente. Una empresa que desea certificarse o registrarse bajo la norma ISO 14.000, es indispensable que de cumplimiento a lo estipulado en ISO 14.001 (Sistema de Administración Ambiental).
Durante la crisis de los precios del petróleo en la década de 1970, los diarios de Estados Unidos financiaron la investigación en el desarrollo de una tinta basada en una materia prima vegetal. Se demostró, como no, que la soja era la alternativa. En la actualidad aproximadamente un 90% de los periódicos norteamericanos se imprimen con esta tinta porque los colores resultan más nítidos y brillantes, los cuerpos impresores se averían menos y el papel impreso se recicla mejor.
La tinta tradicional contiene disolventes obtenidos del petróleo y emite una cantidad considerable de tóxicos compuestos orgánicos volátiles (COV). Este tipo de tinta ha sido durante años desechada sin mayores controles por parte de la industria, afectando las fuentes de agua y en general todo su entorno.
Aunque el impreso final resulta un 10% más costoso que imprimir con la tinta convencional, a largo plazo, teniendo en cuenta las ventajas señaladas, resulta rentable.
Todavía la tinta de soja no llega a ser ideal, porque los pigmentos a base de metales como el cobre o el bario son los mismos que en la tinta convencional y no son biodegradables, pero emite cinco veces menos COVs.
¿Qué significa BIO?
Una tinta base soya calificada como “BIO” implica que cumple con ciertos estándares y características relacionadas con la sostenibilidad y el impacto ambiental. Generalmente, esto significa que:
- Origen Biológico: La tinta está hecha de materiales de origen biológico, en este caso, aceite de soya, que es un recurso renovable. Esto contrasta con las tintas a base de petróleo, que dependen de recursos no renovables.
- Biodegradabilidad: Las tintas BIO suelen ser biodegradables, lo que significa que pueden descomponerse de manera natural por la acción de microorganismos. Esto reduce el impacto ambiental al final de su vida útil.
- Baja Toxicidad: Estas tintas suelen contener menos sustancias tóxicas y generan menos compuestos orgánicos volátiles (COV), lo que reduce la contaminación del aire y los riesgos para la salud humana durante su fabricación y uso.
- Certificaciones y Normativas: Las tintas BIO a menudo cumplen con certificaciones y normativas específicas que garantizan su sostenibilidad y bajo impacto ambiental. Estas certificaciones pueden ser otorgadas por organismos independientes que verifican que las tintas cumplen con los criterios establecidos.
- Menor Impacto Ambiental: El uso de tintas BIO contribuye a reducir la huella de carbono y el impacto ambiental asociado con la producción y el uso de tintas de impresión, ya que aprovechan materias primas renovables y minimizan la generación de residuos tóxicos.
Entonces, una tinta base soya etiquetada como “BIO” destaca por su origen renovable, su biodegradabilidad, su baja toxicidad y su cumplimiento con estándares de sostenibilidad, lo que la hace una opción más amigable con el medio ambiente.
Por el momento la tinta de soja, por razones técnicas, no sirve para los bolígrafos ni para las impresoras de chorro de tinta; pero comienza ya a imponerse en la industria de la impresión offset y la impresión digital de gran formato.
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