“El reclamo de los artistas contra las inteligencias artificiales es como el reclamo de los taxistas contra Uber, es solo el miedo a que usando tecnología alguien lo haga mejor”, afirmaba alguien, a finales de 2022, cuando muchos artistas en todo el mundo iniciaron una protesta contra el uso de sus obras para alimentar los conjuntos de datos, que entrenan los sistemas de inteligencia artificial generativa para producir imágenes.
“Las imágenes que se generan con ‘inteligencia artificial’ (que de inteligencia no tiene nada) son apenas un destilado de muchas imágenes sin creatividad, emoción, concepto o intención” dicen muchos artistas, que están convencidos que las máquinas nunca podrán crear arte, porque es una experiencia totalmente humana basada sus experiencias, emociones y capacidad de comunicar, que requiere talento y un entrenamiento en los aspectos técnicos, pero también en el desarrollo intelectual de la persona que crea.
Este es un debate complejo, con muchísimas aristas, con afectaciones concretas a muchas personas, pero tal vez con nuevas posibilidades para el arte, para el desarrollo empresarial, para la creatividad y para el conjunto de la sociedad. Te solicitamos encarecidamente que podamos tener un debate con argumentos, con respeto y en que más que imponer alguna postura, podamos encontrar caminos que nos beneficien como conjunto.
Este artículo no pretende dar la última palabra sobre el tema, no sólo porque es un debate mundial que aún está en desarrollo y tiene muchos elementos complejos que aparecen cada día, sino porque desde Red Gráfica queremos invitar a quienes nos leen a participar de la conversación. Te invitamos a dejar tu comentario.
A continuación, dejamos algunas preguntas abiertas que nos pueden ayudar en la discusión:
¿Qué es lo que hace la inteligencia artificial?
Hay varios tipos de inteligencia artificial, en esta nota hablamos del grupo de inteligencias artificiales generadoras de imágenes a partir de prompts, que son ordenes escritas, que describen el tipo de trabajo que se quiere obtener. Después de dar enter, el sistema puede generar una o varias propuestas.
El siguiente es un ejemplo tomado del sistema Midjourney
En este caso se le dio un prompt en inglés, pero, se supone, Midjourney (y la mayoría de las inteligencias artificiales) son capaces de recibir órdenes en varios idiomas, aunque con frecuencia los resultados no son igual de efectivos.
Estos son los tres grandes sistemas de generación de imágenes, no son los únicos, pero sí los más conocidos:
Dall-E | Stable Diffusion | Midjourney |
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Empresa: OpenAI 5 de enero de 2021 País: Estados Unidos Utilizar: Enlace Artículo de la Wikipedia | Empresa: Runway 22 de agosto de 2022 País: Estados Unidos Alemania Utilizar: Enlace * Artículo de la Wikipedia | Empresa: Midjourney 13 de julio de 2022 País: Estados Unidos Utilizar: Enlace ** Artículo de la Wikipedia |
* Esta es un implementación, es de código abierto y se puede descargar de GitHub
** De está página hay que entrar a la aplicación Discord, en la que funciona a través de un bot conversacional
Para poder dar una opinión sobre lo que es lo que son estos sistemas y su impacto es importante probarlos y saber qué pueden hacer realmente.
¿Un artista solo tiene que escribir algunos prompts?
Buena parte del debate ha estado centrado en el tema de qué es lo que generan las inteligencias artificiales, hay quienes han presentado obras generadas con IA a concursos, y han ganado. Hay también quiénes las venden como NFT en los mercados de arte digital. Hasta crearon un conjunto de retratos familiares con estilos de diversas épocas usando IA. También hay personas que se han declarado artistas, sin tener ninguna formación previa, sino algunas obras producidas con Midjourney.
Muchos artistas replican que la inteligencia artificial es incapaz de transmitir sentido, emociones o conceptos. El proceso de creación artística no solo requiere talento y aprendizaje de técnicas, sino también comprensión de los lenguajes artísticos.
Desde el punto de vista técnico se ha visto que hay aún muchas cosas por desarrollar. Las manos o los pies han resultado un problema complejo para hacer. A esto los expertos en inteligencia artificial responden que la mayor parte de los modelos han sido entrenados para reproducir las imágenes sin un entrenamiento específico en temas como anatomía, manejo del color o perspectiva, pero que podrían construirse modelos específicos que mejoren estos aspectos.
Por supuesto, artistas y expertos coinciden en que los modelos no tienen agencia propia y que es únicamente a través de las instrucciones que le dan los humanos que se generan las imágenes.
¿Y si es sólo una herramienta?
Una forma de salir de este debate es pensar la inteligencia artificial sólo como una herramienta. La aparición anterior de otras herramientas también ha cambiado la forma en que se hace arte. Los lápices o los pinceles determinan mucho de la forma en que se hace el arte.
De hecho, con la aparición de la cámara fotográfica, hace ya casi 200 años, generó debates tan acalorados como el actual, sobre todo teniendo en cuenta que hacer retratos realistas de personas, situaciones o paisajes era una tarea que le generaba ingresos importantes a los artistas.
El arte no murió, la fotografía se convirtió en un arte por derecho propio, pero además en una forma de enriquecer otras obras.
Adobe la empresa que crea algunas las herramientas de software más respetadas por los artistas y creadores, había mantenido un discreto silencio en medio de este debate, hasta finales de marzo de 2023 cuando presentó su propia herramienta de inteligencia artificial: Adobe Firefly.
Esta herramienta, como las anteriores, es capaz de generar una imagen a partir de un prompt o texto, pero hace muchas cosas más. Por ejemplo, es capaz de generar imágenes vectoriales que pueden ser editadas con Illustrator, convertir un boceto en un trabajo terminado, o una imagen en un pincel para ser usado en Photoshop, retocar zonas específicas de una imagen y agregar copy o textos a piezas que genere.
La aplicación Canva está intentando darle pelea a Adobe en este campo y, además de generar un modelo de negocio que le facilita el uso a personas que no son diseñadores profesionales, se apoya también en muchas herramientas de inteligencia artificial.
Desde esta perspectiva, ya no se ve la inteligencia artificial como un agente generador de arte que intenta competir con los artistas, sino como una herramienta que les permite hacer de manera sencilla y rápida muchas de las tareas repetitivas, o incluso aburridas. Se sigue necesitando el artista como quien le da propósito al trabajo, mientras que las herramientas de inteligencia artificial se encargan de hacer la parte pesada del trabajo.
Para las empresas del sector gráfico, no subirse al bus de la inteligencia artificial puede significar un riesgo de perder su competividad y su productividad. Para todas la empresas usar servicios como el que ofrece Canva, o incluso los servicios de Adobe Firefly, implica poder tener un manejo consistente de su comunicación gráfica a bajo costo y sin mucha infraestructura o personal.
¿De quién son las imágenes generadas por IA?
Pero la cosa no para ahí. Muchos artistas plásticos están demandando a las empresas que han desarrollado los grandes modelos generadores de imágenes con inteligencia artificial. Y tienen un par de argumentos a los que vale la pena escuchar.
Si bien buena parte de los artistas que dan la cara por el este proceso, tienen asegurado su futuro profesional, porque son muy reconocidos y tienen un estilo que ya conocen sus clientes. Algunos de ellos aseguran que, si los trabajos más sencillos de artes visuales o diseño gráfico no los hacen los artistas o diseñadores más jóvenes, estas personas no tendrán la oportunidad de formarse y ser los grandes maestros en el futuro.
El otro argumento es aún más complicado. En el proceso de entrenamiento de los grandes modelos de inteligencia artificial, se usan conjuntos de datos que incluían sus obras, esta inclusión se hizo sin pedirles permiso. Sin embargo, hoy es posible pedirles a muchos de esos modelos que generen una obra usando el estilo de un autor particular, con nombre y apellido.
En lo que no todos los artistas están de acuerdo es en le tipo de medidas que esperan, para solucionar esta situación. Muchos piden que su obra sea excluida de los datasets, de manera que no sea posible pedir que se haga una obra con su estilo. Algunos técnicos dicen que eso ya no es posible, porque implicaría volver a hacer desde cero los modelos de generación, peor muchos de ellos son código abierto, por lo que ya es imposible desactivarlos, puesto que han sido copiados un número indeterminado de veces y usando en otras procesos.
Otra medida que algunas artistas desearían es que se les de un reconocimiento económico por el uso de su trabajo, que desde el punto vista legal y tecnológico puede ser más sencillo. Sin embargo, es muy difícil evaluar cual es la contribución de cada artistas al dataset y aunque sería posible evitar que se use su nombre o apellido para generar un trabajo en particular, no es posible cuantificar al aporte específico del artista en el producto final.
Los artistas que crean arte para ser reproducido, por ejemplo, los ilustradores o creadores de comics están mucho más afectados por el uso de su obra en sistemas de inteligencia artificial. Kim Jung Gi, un dibujante e ilustrador surcoreano, que falleció en octubre de 2022 es una muestra de esta situación, apenas unos días después de su muerte, un desarrollador francés anunció que había afinado el entrenamiento de un modelo de Stable Diffusion con la obra del maestro fallecido, como homenaje, pero solicitaba que se le diera el crédito por la obra generada. Este fue uno de los casos que más indignó a los artistas.
Para algunos artistas es más frecuente encontrar en Google las imitaciones de sus obras generadas por inteligencias artificiales, que sus trabajos reales. También se dice que hay quienes afinan el entrenamiento de modelos de inteligencia artificial como castigo a los artistas que se oponen a uno de la inteligencia artificial. Sin embargo, de esta última denuncia no pudimos encontrar ejemplos concretos.
Como dijimos al comienzo este un debate muy complejo, los párrafos anteriores buscan únicamente señalar los puntos de vista que han surgido alrededor del tema. Dialogar mucho sobre el tema, informarse sobre las diferentes posturas, entender lo que implica para los creadores, las empresas y el conjunto de la sociedad, es la base para poder concertar formas de desarrollo de estas tecnologías que tengan en cuenta los intereses de todos los actores involucrados, sin perjudicar a ninguno.
De nuevo solicitamos encarecidamente que podamos tener un debate con argumentos, con respeto y podamos encontrar caminos que nos beneficien como conjunto.