La magia de llevar el color es posible gracias a la luz que nos permite percibir el mundo que nos rodea; esa luz se traduce en color y esos colores (diferentes longitudes de onda) para ser reproducidos se capturan, se atrapan por medios fotosensibles como los CCD.
Un CCD o Dispositivo fotosensible que “captura” la imagen, tiene una estructura reticular y cada uno de los puntos es un elemento sensible a la luz que captará más o menos luz de acuerdo a la imagen a fotografiar o capturar. Estos dispositivos fotosensibles cuanto más valores sean capaces de recibir, mejor será la calidad obtenida en la captura.
Es importante tener en cuenta cual es el objetivo de la imagen a capturar ya que de poco servirá obtener imágenes de mucha calidad (número de puntos fotosensibles) si el destino es un medio incapaz de reproducir tanta información.
Una imagen de alta resolución tiene la capacidad de poder ser reproducida en diferentes medios. Entonces hablamos de un original digital, el cual puede ser “revelado digital” de acuerdo a las especificaciones del medio en el cual será reproducida la imagen.
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