La famosa marca de cosméticos que contrato a la actriz Julia Roberts y a la modelo Christy Turlington, fue obligada a retirar su publicidad de las calles del Reino Unido por orden del órgano regulador de la publicidad porque las imágenes estaban demasiado retocadas digitalmente.
L’Oreal (marca francesa) admitió haber utilizado técnicas de post-producción en la publicidad de sus marcas Maybelline y Lancôme y explico que entre otros fines, la idea era «reducir las sombras, suavizar los labios y oscurecer las cejas» en la imagen de Turlington, pero la empresa agregó que el resultado final era fiel al conseguido con el producto.
La autoridad que rige los estándares de la publicidad estimó la queja de la parlamentaria liberal demócrata Jo Swinson, que durante años ha hecho campaña contra las imágenes de mujeres «demasiado perfectas y poco realistas» en la publicidad.
La parlamentaria Swinson dijo que las fotos estaban tan retocadas que engañaban al público sobre los potenciales beneficios de los productos y agregó «Que todos lo hagan no quiere decir que esté bien», «Hay reglas sobre lo que los anunciantes pueden hacer, y no deberían engañar al público sobre los beneficios de un producto», y realizó un, que llamado a una «mayor honestidad» por parte de los anunciantes.
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